lunes, 11 de noviembre de 2013

Viaje a la Base de Rota: con la Quinta Escuadrilla de Aeronaves de la Armada



El interior del SH 3D Sky King es lo más parecido a la ballena de Jonás. Parece viva, palpita, cuelgan los cables como colgaban las tripas del monstruo marino, uno se siente pequeño entre los equipos de comunicación, los asientos que no fueron diseñados para descansar, los cinturones de seguridad que se estiran, la puerta abierta que haría las veces del respiradero del cetáceo, allá abajo el mar, la tierra, la base de Rota, inalcanzable y al tiempo tan cerca.

5ª escuadrilla aeronaves Armada


Desde esta puerta, el teniente de navío José Luis divisó el 10 de septiembre de 2011 un esquife navegando en aguas del Cuerno de África y un soldado le disparó dos tiros para inutilizar el motor, detener la embarcación y mirar en su interior. José Luis recuerda que el premio fue mayúsculo, emotivo y triste: bajo una lona yacía penosamente Evelyne Colombo, una rehén francesa que había visto morir ejecutado a su marido días atrás, una acción que desarrolló desde el buque Galicia y que puedes ver pinchando aquí. Claro que el premio hubo que trabajarlo: los tripulantes del esquife la escondieron, luego le amenazaron con sus kalashnikovs, dispararon a la aeronave, intentaron escapar y el esquife, con todos sus integrantes, zozobró y volcó. A Evelyne hubo que rescatarla a nado, dos de los secuestradores no aparecieron jamás y los otros siete terminaron detenidos acusados de piratería internacional.

5ª escuadrilla aeronaves Armada

José Luis, teniente de navío e integrante de la Quinta escuadrilla de Aeronaves, recuerda aquel momento como uno de los más emocionantes de su carrera. 'Una experiencia así te marca', dice, 'después de tantos años de entrenamiento ver que tu trabajo da ese fruto y es capaz de salvar una vida es algo muy importante'. De las bajas, eso sí, prefiere no hablar, ni de las propias ni de las ajenas. Su vida tiene unas letras y unos números que no significan nada para un profano, y son precisamente las de la ballena voladora de Jonás: SH 3D Sky King, el nombre de ese amasijo de cables y hélices y chapa pintada en gris. Unos helicópteros que pertenecen a la Quinta Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, un apoyo aéreo a un cuerpo, el de la Armada, que está más habituada al mar y a las olas, y a las ballenas de verdad, que a los cielos que José Luis y sus compañeros surcan a diario. Y lo hacen tan a diario que se han convertido en un raro especímen: el de las unidades aéreas que superan las 100.000 horas de vuelo, y la primera que está adscrita al mar, y no al aire.

5ª escuadrilla aeronaves Armada

Alejandro Sánchez es el jefe de la escuadrilla, un capitán de corbeta que desgrana los destinos que ha conocido su flotilla. 'Desde Haití a Somalia, pasando por Bosnia, Somalia, Irak...'. Sus últimas operaciones se circunscriben al Cuerno de África, la conocida como operación Atalanta, pero en casi medio siglo, y en cien mil horas, han tenido tiempo para dar más de una vuelta. Alejandro recuerda cuando los helicópteros entraron en Bagdad, José Luis evoca sus experiencias en Bosnia, cualquiera de los que pululan por el enorme hangar de la base de Rota tiene historias por las que se pegarían los guionistas de cualquier serie de acción. Por ejemplo, José Luis: ingresó en la escuadrilla en 1998, cuando el grupo tenía aún un rol de lucha antisubmarina y no de mero transporte de tropas, y desde entonces lo ha visto crecer subido en todas las misiones, a excepción del terremoto de Haití. Estuvo en Bosnia, dos veces en la operación Atalanta, en las costas somalíes, y es de suponer que ha pasado por Kosovo, por Bagdad y por dondequiera que hayan surcado estas naves.

5ª escuadrilla aeronaves Armada

Y horas han echado para surcarlos: cien mil, un hito en la historia de las unidades aéreas de España, cien mil horas de vuelo en unos aparatos que impresionan con sus veintidós metros de longitud, con un rotor de diecinueve metros, su interior como a medio construir, con las entrañas abiertas y llenas de cables, cinco mil seiscientos kilogramos de helicóptero que puede llegar hasta los nueve mil una vez que se le llena de infantes, de combustible y de armamento.

5ª escuadrilla aeronaves Armada

Orgullo, dice el capitán Alejandro Sánchez, orgullo repite el alférez Juan Antonio, muy orgulloso porque tenemos mucho futuro para seguir volando, sentencia el teniente de navío José Luis. Orgullo, menean la cabeza los mecánicos que se esfuerzan en preparar los aparatos, porque cada hora de vuelo necesita otras treinta en tierra de supervisión, de mantenimiento, de puesta a punto. Y orgullo también cuando miran por la ventana del aparato, con esas caras en las que uno presume que miran sin ver porque ven cosas que ya pasaron y que no se corresponden con ese fondo azul brillante de la bahía de Cádiz: tal vez los nueve compañeros que no volvieron de sus misiones, tal vez aquel momento terrible que marca la vida de un ser humano y que cualquiera de estos hombres y mujeres ha vivido en varias ocasiones y que dejan un rosario de marcas que son cicatrices que sólo se calman cuando brotan a borbotones del interior de la garganta.

5ª escuadrilla aeronaves Armada
5ª escuadrilla aeronaves Armada

Porque este es un mundo cruel pero a la vez hermoso y qué mejor que vivirlo en toda su intensidad, hundiéndose en el fango de la podredumbre que campea a lo largo y ancho del planeta, pero hundirse desde las alturas, cayendo en picado, viviendo la conciencia de que el peligro y la hermosura nos han marcado como raza desde que la ballena escupió a Jonás después de digerirlo en vano durante tres días…

5ª escuadrilla aeronaves Armada

viernes, 8 de noviembre de 2013

Diego Pérez: un pirata de Utrera



Diego Pérez nació en Sevilla, más concretamente en Utrera, no se sabe bien en qué año, pero sí que en un arrebato mató a su mujer y huyó a la isla de Margarita. La cosa es que tampoco aquí duró mucho y acabaron deportándolo al continente porque cosa que tocaba, cosa que fastidiaba. También se hartaron de él en tierra firme y cuentan que el de Utrera acabó volviendo a Europa y estableciéndose en la Normandía francesa. Dice Juan de Castellanos, el autor del poema más largo de la literatura españolaJuan de Castellanos, el autor del poema más largo de la lengua castellana, que era hijo de un cura, educado y de apariencia fina, lenguaraz y de fácil conversa, y deja una descripción que aúna su apariencia y sus ruindades:

Hombre de condición sanguinolienta

Pronto para cualquier bellaquería,

suave labia, muy gentil presencia

y entrañas de dolosa pestilencia...


Pero podrido como estaba su corazón convenció a un compañero de bajezas para que se dedicaran a la rapiña aunque su porte no le igualó al más exitoso de los piratas andaluces, Pedro Blanco, del que puedes saber más pinchando aquí. Su camarada resultó ser Jacques de Sore, un hugonote radical que odiaba todo lo que oliera a católico y al que le faltó tiempo para montar cinco navíos con los que piratear por el Caribe. Con el beneplácito del rey Francisco I y la inestimable compañía de lo peor de su conciencia en forma de Diego Pérez, el normando de Sore se preparó para arrasar todo lo que estuviera al alcance de su mano. El utrerano aceleró el viaje porque se dirigía a una región que conocía muy bien: tanto que había tenido que salir corriendo. Por el camino, asegura Juan Castellanos en su Elegía de Varones Ilustres de Indias, una tormenta les mandó al traste cuatro de las cinco naves, aunque Diego, tenaz como él solo, les prometió resarcirse en tierra. Y lo logró porque en la isla Margarita se hicieron pasar por comerciantes aprovechando que arribaron de noche y nada más desembarcar saquearon a los vecinos.

cabo de la vela

Su siguiente presa la tomó frente al cabo de la Vela, en el desierto de la Guajira, lugar sagrado para los wayuus que, no obstante, no pudieron evitar que Diego Pérez, a la sombra del francés, secuestrara una nave, pasara a varios pasajeros a cuchillo y hasta tomara la ciudad de Santa Marta. Cobrada su parte, el utrerano dio muestras de ser un buen pupilo del francés y profanó varias iglesias antes de huir monte arriba con tan mala fortuna que se perdió de sus compañeros y fue descubierto por sus paisanos. Diego Pérez dio espectáculo a los sufridos vecinos mientras colgaba de un madero en el año de 1555. Su camarada, Jacques de Sores, ya puesto en faena, siguió rapiñeando por el Caribe, con especial saña en templos y manifestaciones católicas, y aún tuvo tiempo para quemar La Habana, asediar Santiago de Cuba y asesinar a decenas de religiosos en las Canarias. Un bagaje que le ha hecho pasar a la historia con el sobrenombre de El Ángel Exterminador y al que se recuerda especialmente en Santiago de Cuba y La Habana, donde sólo dejó cenizas.

diego pérez

 Juan de Castellanos, Elegías de varones de Indias, Biblioteca de Autores Españoles, ordenada por Buenaventura Carlos Aribau, Tomo Cuarto, Madrid, 1847. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Viaje al Proyecto del Sudeste de la Anatolia (GAP): el agua de Turquía como fuente de poder



Mustafá Kemal tuvo un sueño en los años treinta: el desierto sería verde, sobre la arena crecerían árboles y los beduinos tendrían tanta agua que el Creciente Fértil no sería una absurda frase con sentido sólo en los libros de historia. Mustafá Kemal, más conocido como Atatürk, o padre de los turcos, no sólo cambió radicalmente el rumbo de los restos del imperio otomano tras su derrota por los aliados en 1918. Atatürk no sólo trasladó la capital de Estambul a Ankara para olvidar cuanto antes al extinto imperio, no sólo cambió el alfabeto del árabe al latino, no sólo revitalizó un país que lo tuvo todo y ya no tenía nada. Mustafá también soñó con un vergel en el desierto y el tiempo le está dando la razón.

GAP3


Fue en 1936 cuando creó la Administración para Estudios Eléctricos con el firme objetivo de proponer una política hídrica que aprovechara los recursos hidrológicos que, pensaba, se perdían en vano. Y se perdían porque las corrientes fluyen, como dijo el filósofo, y el preciado agua atravesaba desiertos pedregosos y sedientos para perderse tras las fronteras de Siria y de Irak.

Atatürk


Las corrientes fluviales eran las de dos de los ríos más famosos del planeta, el Tigris y el Éufrates, ambos con sus fuentes en la Anatolia y sus desembocaduras en el golfo Pérsico, y las pérdidas ocurrían nada más cruzar los bordes fronterizos, donde se convertían en ganancias para otros (para sirios e iraquíes: y lo que es peor, para kurdos rebeldes). La idea que sembró Atatürk creció en las oficinas del imperio venido a menos hasta que en la década de los sesenta la ciudad de Diyarbakir se convirtió en el centro de las primeras explotaciones en serio. No debió de irles nada mal porque el proyecto siguió creciendo como una bola de agua y en la década de los ochenta surgió el conocido como Proyecto del Sudeste de la Anatolia, cuyo acrónimo en turco es, precisamente, GAP. Tan importante resulta que el sureste de la Anatolia lleva ahora ese nombre: región del GAP.

Gaziantep pistachos

Y es que los efectos beneficiosos del proyecto ya se dejan notar: es el tercer exportador mundial de pistachos, un fruto seco que crece desaforadamente en los alrededores de la ciudad, y en su provincia, hasta alcanzar la asombrosa cifra de 60.000 millones de toneladas, sólo superada por Irán y los Estados Unidos. El pistacho, y otros productos de las huertas turcas, rebosan los cestitos en el zoco, en el mercado, en los dulces Baklava que venden las numerosas tiendas de la ciudad, miles de turistas turcos visitan cada año la ciudad buscando pistachos y grandes comilonas en selectos restaurantes, el pistacho es la seña de identidad de esta ciudad, incluso con un monumento en forma de pistacho, y por supuesto las aceitunas, productos claramente beneficiados por la expansión de las presas del GAP. Pero esto no es sino una minucia: los cultivos de maíz desbordan los arcenes y en cualquier rincón de la Anatolia te encuentras un abuelo que te vende mazorcas asadas en carritos calentados con carbón…

Gaziantep pistachos

Para el mundo exterior es un hercúleo intento de convertir el desierto en vergel gracias a la represa de los dos ríos, del Tigris y del Éufrates, en 22 pantanos, 19 hidroeléctricas con una capacidad de 7476 megawatios, cientos de kilómetros de canales de irrigación, un macro proyecto a lo largo de más de 75.000 kilómetros cuadrados, con casi dos millones de hectáreas de tierra cultivable, un sueño que tenía un presupuesto inicial de 21.500 millones de euros y que a buen seguro se habrá quedado corto porque debía de haber terminado en 2010 y aún quedan presas por construir (por no nombrar las enmiendas que ha sufrido el proyecto porque se les han unido otras 11 presas junto a las fronteras de Irán e Irak). Los turcos estiman que los dos grandes ríos generan más de 50 billones de metros cúbicos de agua al año, lo que podría generar 27 billones de kilowarios por hora, además de emplear a casi cuatro millones de personas en agricultura y derivados en una región azotada por las sequías, la desertización y sus consecuencias (entre las que se cuenta el PKK). Es decir, el sueño de Atatürk se diversificó con el tiempo, los beduinos no tendrían sólo forraje fresco para sus bestias sino también luz eléctrica y trabajo a paletadas. Y para todo eso es necesario construir más viviendas, y centros de salud, y colegios y centros de distribución de productos agrícolas y hasta piscícolas. Los mercados estarían abastecidos a más no poder, los guerrilleros kurdos dejarían las armas porque Turquía les ofrecía algo más que arena y los belicosos vecinos les respetarían como potencia hídrica. Como plan no está mal y, además, tiene visos de convertirse en realidad.

GAP

La carretera que une Sanliurfa con Gaziantep ofrece una extraña mezcla de paisajes: ahora desierto pedregoso, ahora campos de maíz, ahora piedras desperdigadas, ahora enormes campos de cultivo. De no ser por el escenario allá al fondo, donde las columnas de humo delatan los bombardeos de la guerra de Siria, cualquiera diría que se está construyendo una versión polvorienta del paraíso (que debió de estar por estas regiones, por cierto). La capital de los kurdos, Diyarbakir, parece aumentar de tamaño a ojos vista, la ciudad antigua está cada vez más lejos del perímetro, que crece sin cesar, los bloques de pisos, las grúas, los andamios, las calles levantadas, y todo esto durante kilómetros y kilómetros, me hacen recordar las estampas de mi triste país en los años que todos conocemos ya como 'De la Burbuja'. Y no es la única. Sanliurfa crece a través del desierto, Gaziantep se expande, Mardin se acerca a su propio horizonte. Un Mercedes último modelo adelanta mi desvencijado autobús, y no es el primero que veo. En Mardin conozco a un grupo de ingenieros y arquitectos atraídos por los altos sueldos que se pagan en la región: construyen urbanizaciones enteras, hablan por Iphone y consultan el correo en sus Ipads mientras se dirigen a sus potentes 4x4.

Hasankeyf Tigris

El sudeste de la Anatolia transpira dinero y actividad febril, visité incluso las obras de la nueva ciudad de Hasankeyf, una ciudad entera, y nueva del paquete, construida a toda velocidad para trasladar a toda la población de la antigua Hasankeyf, que quedará sumergida bajo otro pantano en un dramático capítulo del GAP (porque hundirá nada menos que 120 siglos de historia, doce mil años) Los efectos colaterales del GAP no son nada, cree el gobierno turco, con el futuro que le ofrece al país. Aquí puedes ver la página oficial del proyecto GAP y sus pretensiones.

construcción Sanliurfa

construcción Sanliurfa

Turquía mira cada vez menos a Europa, la eterna aspiración desde que Atatürk desmanteló los restos del imperio otomano, y comienza a sentirse parte importante de la Geoestrategia, del Heartland y el Rimland de los grandes geógrafos del pasado. Si durante la década de los años noventa las autoridades iraquíes estimaron que los cauces de los ríos Éufrates y Tigris había disminuido nada menos que tres cuartas partes (de 40.000 millones de metros cúbicos a 11.000 en sólo tres años), poca fuerza tendrán ahora en el devastado Irak post Sadam. ¡¡Y qué decir de Siria, donde Al Assad no tiene asegurado el desayuno de mañana!! Turquía tiene las manos libres para seguir con un plan que iba a continuar pese a sus vecinos. Ya lo ha dicho las autoridades turcas: somos conscientes de lo necesitado de agua que están nuestros vecinos pero nosotros no podemos perjudicar nuestro propio sistema hídrico y energético...'. 

Hasankeyf Tigris


De hecho, la pieza central de todo el entramado es la presa Atatürk, con el nombre del soñador, una presa que ya ha recibido amenazas de atentados terroristas (antes de que Irak y Siria entraran en barrena). Más de dos mil kilómetros cuadrados de tierra fértil de la meseta de Harran se riegan por la simple ley de la gravedad. Se trata de un desequilibrio en la posición que ha ocupado Turquía en el último siglo. Ahora que parece alejarse Europa definitivamente los turcos se dan cuenta de que les da igual porque ante ellos se abre un horizonte inesperado: el de posición predominante en el Asia Central. Aburridos ya de esperar a que Europa les abra unas puertas que les cerraron en el sitio de Viena, en 1529, cuando el imperio otomano alcanzó su cénit, los turcos comienzan a replantearse si su lugar está donde les señaló el soñador Atatürk o tal vez donde reside su espíritu, el asiático, con sus hermanos de raza, los uigures, los turcomanos, los uzbekos, incluso los mongoles y japoneses.

Hasankeyf Tigris

Turquía vuelve a ser consciente de su lugar en el mundo, en el mayor puente natural de la geografía planetaria, la Anatolia, los turcos se preguntan si tal vez no han despreciado demasiado al islam durante décadas y deban girar la cabeza al mundo de Mahoma. Robert Kaplan recoge el dato en su nuevo y fascinante libro, The Revenge of Geography: en 1945 Turquía tenía 20.000 mezquitas, en 1985, 72.000 y hoy son muchas más. Su posición se ha afianzado tanto que incluso Israel, su aliado por años, le ha tenido que pedir perdón por la masacre de la Flotilla de la Libertad, un caso sin precedentes en la diplomacia hebrea. Turquía lucha con otra potencia emergente en el centro de Asia, Irán, y ambos lo hacen por el liderazgo del Islam, uno desde la opción suní, como es Turquía, la otra desde la alternativa del chiísimo, como es Irán. Pero si Irán tiene en su poder unas poderosas redes diplomáticas por toda la región, Turquía parece tener un as guardado bajo la manga: tiene agua, muchísima agua, y más que va a tener, en una región donde cada gota cuenta como un tesoro y que Turquía acapara con la intención de ser el centro hídrico, energético y pieza fundamental para el acceso a las riquezas petroleras y gasísticas del centro de Asia.

GAP4

lunes, 4 de noviembre de 2013

Viaje a Colombia: en la tumba de Carlos Pizarro, comandante del M-19 y candidato presidencial




A finales de 1973 los colombianos se vieron sorprendidos por una curiosa campaña publicitaria en el principal periódico del país, El Tiempo. Sobre fondo negro y en letras blancas destacaban frases como 'Ya llega M-19', 'Parásitos.. gusanos? espere M-19', 'Decaimiento... falta de memoria espere M-19', 'Falta de energía... inactividad? Espere M-19'. Junto a las palabras, que presagiaban un nuevo producto contra los molestos insectos, aparecían dos triángulos pequeños. El 17 de enero de 1974 apareció el último anuncio: 'Hoy llega M-19'

M19


Ese día, a las cinco de la tarde, un grupo de jóvenes entró en la Quinta de Bolívar, robó la espada del Libertador Simón Bolívar y dejó una nota ilustrada con dos pequeños triángulos: 'Bolívar, tu espada vuelve a la lucha'. Los colombianos comprendieron entonces que la misteriosa publicidad que publicaba El Tiempo era la carta de presentación de una guerrilla subversiva, tal vez la primera de la historia que anunció su advenimiento y la fecha exacta de su primera acción a través de una campaña de prensa. Aquí te explican muy bien aquellos febriles días:  pincha aquí

Carlos Pizarro


El robo de la espada de Bolívar fue, además, una broma de proporciones colosales, una burla al sistema y a los que se consideraban herederos del prócer, pero no fue original. Unos años antes, los tupamaros uruguayos habían robado la bandera de Artigas, el libertador del cono sur, y en 1970 los montoneros argentinos habían intentado robar la espada del general San Martín. Unas acciones atractivas que no dejan de tener su miga, y que crearon escuela: en 1980 el comando Javier Carrera, de la Resistencia Popular de Chile, se hizo con la original bandera nacional chilena sobre la que los padres de la patria hicieron su juramento, y el desconcertante grupo subversivo ecuatoriano Alfaro Vive, Carajo comenzó su deambular con el robo del busto de Eloy Alfaro, revolucionario de principios del siglo XX, y más tarde robó en Guayaquil su espada de un museo.

tumba de Carlos Pizarro

Pero, a pesar de que robar la espada de un prócer no era algo rompedor, el propio M19 sí que lo fue: una guerrilla rara, original, un grupo de idealistas alocados que hacían poesía armada y que apelaban al Libertador más que a los marxistas, a los leninistas o a Mao Zedong. Y claro, con estas premisas, el M-19 adquirió pronto un aura de carisma desatado. Por ejemplo: robaban camiones de reparto de leche fresca y lo distribuían entre los más pobres de los barrios más pobres. Por ejemplo: hicieron un túnel para robar más de cuatro mil armas del ejército en sus propias narices. Por ejemplo: un comando secuestró a diecisiete embajadores que celebraban una reunión social en la embajada de la República Dominicana y consiguieron escapar todos con un rescate de tres millones de dólares. Por ejemplo, secuestraron y ejecutaron al líder sindical José Raquel Mercado, por traición confesa a la clase obrera. Acciones espectaculares, aplaudidas sobre todo por los jóvenes izquierdistas de clase media y media alta que no acababan de identificarse con los campesinos de las FARC ni con los procubanos del ELN (y menos aún con los maoístas del EPL). Jaime Bateman, el carismático líder fundador del M19, decía que 'menos marxismo y más pachanga, vallenato y cumbia'. Y con ese argumento, el EME, como le conocen  los colombianos, se convirtió en el icono de las guerrillas enrolladas, la guerrilla donde había que estar.

tumba de Carlos Pizarro

tumba de Carlos Pizarro

El mito comienza el 26 de abril de 1990, cuando un sicario logró colarse en el avión donde viajaba Carlos Pizarro Leóngómez, abandonada ya su vida de guerrillero y entonces candidato a la presidencia del país y uno de los hombres más vigilados del planeta: una miríada de escoltas rodeaba al aspirante cuando, y ya en pleno vuelo, el sicario se acercó a Pizarro y le acribilló con una metralleta. Con Pizarro moría no sólo el candidato sino uno de los más activos subversivos de Colombia, uno de los fundadores del M19, un defensor de la paz en Colombia (paradójicamente, a pesar de su pasado guerrillero), y, por si fuera poco todo esto, nacía una leyenda con ribetes esotéricos. De comandante guerrillero a icono cuasi religioso al que pedir favores y milagros.

tumba de Carlos Pizarro

Su cuerpo reposa en el cementerio central de Bogotá, bajo una aparatosa lápida donde se adivina, tras las flores de sus admiradores, la espada de Simón Bolívar que ayudó a robar en el año setenta y tres. Pizarro, tan revolucionario él, alucinaría hoy día si pudiera comprobar que sus seguidores y devotos de su obra se acercan a su última morada para darle gracias por favores concedidos, por milagritos conseguidos, por aquella intercesión ante no se sabe muy bien quién. La familia Ríos, Jairo Herrera o Marta S., todos tienen en común esa gratitud al Comandante de la guerrilla más carismática de Colombia: la gratitud del que se siente reconfortado por los favores recibidos.

tumba de Carlos Pizarro

Carlos Pizarro era hijo de un almirante de la marina y nieto de un coronel del ejército, sobrino de generales y aspirante, él también, a las glorias militares del país. Desde joven destacó en los estudios, en su caso de derecho en la elitista universidad Javeriana, de Bogotá, y sólo su inquietud política y el desprecio de unas élites despreciables, de las que de algún modo formaba parte, lo llevó a abandonar el plácido destino que le deparaban sus genes para enrolarse en la guerrilla de las FARC. Sin embargo, con los guerrilleros de Marulanda el joven Pizarro sentía cierto hastío: se aburría. Y junto a él se aburrían otros jóvenes. Querían llevar la guerrilla a las ciudades pero el viejo Tirofijo no era urbano sino todo lo contrario, un campesino acostumbrado al campo, un lince en su terreno pero un inútil en las urbes y su lucha pasaba más por defender su territorio que por conseguir el poder de la nación. Así que el joven Pizarro, aburrido de tanto monte, se vuelve a la ciudad, y coincide con un compañero de montes y de aburrimiento, el inquieto y carismático Jaime Bateman, quien en lugar de abandonar lo expulsan de  las FARC por demasiado inquieto... A la chispa de los aburridos inquietos se unió la frustración de los simpatizantes de la izquierda cuando se hizo evidente el fraude electoral de la ANAPO, el germen del actual Polo Democrático Alternativo y partido, para enredar aún más la madeja, del único general golpista de la historia de Colombia, Gustavo Rojas Pinilla. Un fraude electoral que ocurrió el 19 de abril de 1970, una fecha que recordarán todos los colombianos gracias a la guerrilla. La guerrilla del M-19.

tumba de Carlos Pizarro

El aura que adquiere la nueva formación le granjea la simpatía de las clases medias, de los jóvenes revolucionarios, de los intelectuales. El actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, militó en el EME, el poeta León de Greiff expresó sus simpatías, García Márquez los veía con agrado y el polifacético artista Carlos Duplat fue torturado por involucrarse demasiado con estos 'muchachos'. Las acciones espectaculares y mediáticas se alternan con otros enfrentamientos menos heroicos y más mundanos, atentados al uso y tiroteos a lo Bonnie and Clyde que terminan con el ya menos joven Pizarro en la cárcel. La década de los ochenta descubrieron la madera de líder que guardaba el joven guerrillero. Integró la Coordinadora Simón Bolívar, donde se plantea un frente común de todas las guerrillas para negociar una paz duradera con el gobierno de Colombia, resulta herido en combate, lo torturan en la cárcel, ordena secuestrar al líder del partido conservador y, en septiembre de 1988, convertido en toda una celebridad, anuncia que el M19 deja las armas en el caserío de Santo Domingo, en el departamento del Cauca.

tumba de Carlos Pizarro

Pizarro entonces se dedicará a su eterna aspiración al poder, pero esta vez sin armas. Primero presentando su candidatura a la alcaldía de Bogotá y, casi que al tiempo, a la presidencia del país. Su cabeza, no obstante, tenía precio tras tantos años riéndose del poder y su persecución coincide con la de la Unión Patriótica, un genocidio que puedes ver aquí. Por todo eso se convirtió en uno de los hombres más vigilados de Colombia pero el 26 de abril de 1990 tomó un vuelo a Barranquilla, rodeado de escoltas que no pudieron evitar que un sicario lo ametrallara en pleno vuelo. Con tantos enemigos que se granjeó en vida, y tanta simpatía entre los alternativistas y revolucionarios, cualquier pudo matarlo: lo más probable es que fuera el líder de los paramilitares, de extrema derecha, Carlos Castaño, el que ordenara su muerte. Se habló de Pablo Escobar, del que se llegó a decir que tuvo nexos y que financió la toma del Palacio de Justicia, donde murieron todos los guerrilleros del M19, para hacer desaparecer los archivos comprometedores. Murmuraciones sin más fuente que Carlos Castaño, el sanguinario líder de los paramilitares, un psicópata que estuvo detrás de buena parte de los crímenes de los años noventa. En 2010 la Procuraduría General de la Nación aseguró que fue el propio departamento de seguridad, el DAS, quien lo mató, lo que explicaría cómo un sicario pudo colar una metralleta en el avión de un candidato a la presidencia del gobierno tomado por guardaespaldas.

tumba de Carlos Pizarro

tumba de Carlos Pizarro

En su tumba destacan dos pequeñas placas de mármol: las de María José y Gabriel, venidos desde Cataluña. Su hija y su yerno. Gabriel le agradece a María José, y tal vez sea el deseo concedido más realista y conmovedor. Salvando el de su hija, claro, quien recuerda los abrazos y las caricias del guerrillero que murió aspirando a la presidencia del país y al que dejan como epitafio una bonita frase: 'No nos matarán la alegría, aún sonreiremos...'

tumba de Carlos Pizarro
tumba de Carlos Pizarro

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